Erase una vez, en la ciudad de Bogotá el 22 de mayo de 1992, nació una niña
llamada Lorena Romero Malagón, con una sonrisa particular, con unos ojos más
grandes que una piña, con una nariz más fina que un seda; Este pequeño ángel ilumino
este hogar y dándole la felicidad única que solo una madre puede sentir, sus
primeras hazañas fueron comer papilla de durazno y acostarse en un tapete para que
dejara de llorar, al año entro por primera vez al colegio en el curso párvulos
en donde se sentía abrumada por tanta gente y solo lloraba cuando su mama se
alejaba cada vez más. Era algo peleona y suspicaz con las demás personas, después
de un tiempo esta hermosa niña cumplió 5 años y decidió entrar al mundo del
teatro, en donde compartió con varias personas y aprendió tantas cosas de la
vida que la hicieron una niña espontanea, alegre, sofisticada y sencilla, en donde
no le preocupaba su comportamiento quizás como niña inmadura que era, sino, en
sacar las mejores notas en su colegio, obedecer a sus padres y en seguir siendo
la consentida de la familia.
Al cumplir 10 años empezó a conocer otras facetas de la vida como en la
belleza de su cuerpo, en la naturalidad de su ser y en la preocupación de
combinar sus atuendo al salir a la calle, al cumplir 15 años de edad conoció el
amor y las grandezas que viene con ello, quizás al sentir un cariño diferente
del que los padres le pueden brindar a uno, el cual se empezó a comportar
diferente, notoriamente se arreglaba más, maquillaba su rostro con diferentes
tonalidades que dejaban deslumbrar su mirada con una brillo natural, su léxico era
algo singular; en este suceso de su vida empezó a tener más independencia por
parte de sus padres, empezó a salir con más frecuencia de viaje con algunos familiares
y amigos, a conciertos de la mega y los 40 principales, entre otras acciones
que la hacía cada vez más responsable y acta para tener la completa confianza
en ella.
Al cumplir 19 años de edad es una mujer completa, delicada, con valores y principios que la hacen una mujer autentica,
tierna y con muchísima ímpetu para realizar las cosas, es una mujer dedicada a su
casa, a su familia y a sus amigos y a su novio; es una mujer con total
independencia de obrar y con responsabilidad de las consecuencias de sus actos
aceptando que también se equivoca y que merece segundas oportunidades, estudia
en una de las mejores universidades de este país y tiene una gran meta en ser
la mejor comunicadora social de este país.
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